Si eres de las personas que les gusta el oro pero tus joyas favoritas se encuentran opacas, nosotros te decimos algunas formas sencillas para lograr el brillo perfecto sin dañar las piezas y desde la comodidad de tu hogar.
Agua y jabón
Mezcla un poco de agua y jabón neutro, sumerge tus joyas de oro durante 10 minutos y frota con movimientos circulares ayudándote de un cepillo de cerdas suave, enjuaga con agua tibia, seca las joyas con un paño y déjalas reposar en otro paño hasta que queden totalmente secas.
Agua y bicarbonato
El bicarbonato tiene propiedades que ayudan a eliminar fácilmente la suciedad de las joyas de oro.
Sólo tienes que poner un puñito de bicarbonato en agua tibia y dejarlos de 5 a 10 minutos, posteriormente se talla con un cepillo de dientes suave, enjuaga con agua y deja secar sobre un paño.
Vinagre y bicarbonato
El vinagre y el bicarbonato de sodio hacen una combinación extraordinaria que permite limpiar las piezas de oro a la perfección. Lo único que debes hacer es una pasta de bicarbonato con agua, coloca todas las piezas en un recipiente y cubre con vinagre blanco. Enjuaga con agua y déjalos secar.